Publicado por Ana Lógica , miércoles, 5 de mayo de 2010 15:22

Qué extraña sensación, aquella voz era como familiar, se parecía tanto...
Una vez más llamaba a mi puerta, y esta vez lo hizo el timbre de su voz, el cual provocó un enorme eco en mi interior. Hubiera quizá deseado por unos segundos cerrar los ojos e imaginar que era su voz y que me acompañaba, pero no...

1 Response to " "

pepito pe Says:

a veces los recuerdos y el anhelo nos juegan una mala pasada