El dulce sabor del amor se tornó amargo. Pensaba que no acabaría nunca, que todos nuestros capítulos irían proseguidos de un “Continuará…” y me equivoqué, él quiso poner “Fin.” Sus caricias me escribieron versos en la piel; caricias que descubro que fueron de alquiler. Ahora cuando mi mirada se posa por casualidad en una de estas cicatrices, se me viene un recuerdo de aquello que no pudo ser. Me derrumbo… Quisiera ser fuerte para poder decirle que su recuerdo ya no lleva alas, aunque la cicatriz más profunda es la que me deja la cuchillada de esa despedida indefinida. Ojalá algún día estas heridas me resulten ajenas, y dejen de ir cogidas de la mano de su recuerdo. Ojalá el tiempo pueda hacer de mis tripas corazón, y borre este cuento con final infeliz del que nunca fui princesa. Ojalá dejase de mirarlas para recordarte…
¿Existe algún remedio para amortiguar esta caída?
(Aunque no lo parezca, esto ya estaba escrito, y no, no tiene nada que ver conmigo)
Ahora quisiera volver a aceptar que los ángeles existen (aunque sólo los hayamos visto en sueños), creer en el poder de la palabra paz, en el súper héroe de cómic que me salvaría, pretender parar el tiempo quitándole la pila al reloj, tener el lujo de tomar decisiones con aquel canto de "pito-pito-gorgorito", pensar que los globos de agua son el arma más poderosa, y que la guerra es algo que existió antes de yo nacer y nunca más volvería a darse.
Admiro la dulce locura de los niños, y aborrezco la mentira de la cordura de los adultos.
A estas alturas ya no pega vestir el cuello con tu bufanda a rayas, a estas alturas posiblemente ya no crea en la palabra "amor", a estas alturas no me morderé las uñas mientras te espero, no esperaré tus llamadas, ni mensajes de madrugada, no esperaré ni siquiera que vuelvas. A estas alturas no me acompañarás en mis sueños (aunque a veces lo sigues haciendo). No te arroparé en invierno con el vaho de mi aliento, ni te enrearé hasta el alma. A estas alturas no te pediré perdón, pero sí que me perdones...
Amigo, aquí tengo un par de billetes de ida, "sin" destino ni fecha... Aunque el destino es cierto que está claro, lejos, muy lejos de aquí, allá donde ahora deberán estar los niños soñando o los jóvenes trasnochando. Donde lo más amargo que saboreemos sea el tequila y no los recuerdos, donde al son de una vihuela en el Tenampa olvidemos hasta cuantos "caballitos" nos tomamos. Ya sabes, como mínimo uno por cada desamor, y al brindar, ni acordarnos de sus nombres.
Iluminaremos Garibaldi, encontrarán miles de motivos en nuestro pelo ...
A tí, a ese Otro, decirte que sin ti no podría ser yo.
Cada grano de vosotros ha hecho de mí esta playa, en la que con el vaivén de las olas al ritmo del tiempo me ha ido regalando cada amanecer nuevos horizontes. Cada bienvenida y despedida va dejando huella, por suerte siempre sube la marea, pero no todo se borra… A veces por mucho que bailen las olas no se va, su erosión fue tan grandiosa que dejará una huella inalterable.
Vuestro grano ha sido indispensable en este paseo a orillas del mar, donde cada noche, me siento a la vera de la dama blanca para que me alumbre a la hora de hacer recuento y dar las gracias.
"Papi"
"Mami"
Kika
Deme
Rafa (Peke)
Cristina (Nisa)
Abel
Carlos
Shönie
Judith (Petty)
Y otros pocos que no tienen "macetas", pero sí buenas raíces Hermana, Rafa M., Colo ...
Sólo necesito un hombre para que mate las cucarachas de este piso
Volverán las oscuras golondrinas
Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y, otra vez, con el ala a sus cristales jugando llamarán; pero aquéllas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha al contemplar, aquéllas que aprendieron nuestros nombres... ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde, aun más hermosas, sus flores se abrirán; pero aquéllas, cuajadas de rocío, cuyas gotas mirábamos temblar y caer, como lágrimas del día... ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón, de su profundo sueño tal vez despertará; pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido..., desengáñate: ¡así no te querrán!
"Como expondrá Lord Henry al pintor Dorian Gray casi al comienzo de la obra de Wilde: el fin de la vida es el propio desenvolvimiento. Realizar la propia naturaleza perfectamente, esto es lo que debemos hacer. Lo malo es que las gentes están asustadas de sí mismas hoy en día... dejan morirse de hambre, y van desnudas. El valor nos ha abandonado, quizá no lo tuvimos nunca, en realidad. El terror de la sociedad, que es la base de la moral; el terror de Dios, que es el secreto de la religión... Estos son los dos principios que nos gobiernan... El único medio de desembarazarse de una tentación es ceder a ella. Si la resistimos, nuestras almas crecerán enfermizas, deseando las cosas que se han prohibido a sí mismas, y, además, sentirán deseo por lo que unas leyes monstruosas han hecho monstruoso o ilegal... Los placeres sencillos son el último refugio de lo complejo. "
...del libro "Creación artística e identidad personal; Cultura, psicoanálisis y conceptos de narcisismo en el siglo xx", de José Vicente Selma de la Hoz.