Marián López Fernández Cao, sobre la creación

Publicado por Ana Lógica , martes, 19 de enero de 2010 21:04

Alguien dijo... "La educación a través del arte, hará de los seres humanos mejores personas"

La educación estética, al unir lo social y lo individual, conseguirá una mayor conexión del ser humano con su entorno. Por ello, debemos encontrar en la educación estética y en la creación artística un camino para hacer y ser mejores personas. Entender la creatividad como elemento vertebrador del crecimiento del ser.

Es bueno aprender a ver, desarrollar la percepción no sólo desde los ojos, vivir el entorno y hacerlo experiencia propia para vertelo posteriormente a través de la creación. Es positivo, gozar de la experiencia estética, contemplar algo hermoso, saber vibrar de emoción ante ello: a veces la vida vale la pena sólo por ese momento, ese instante, pleno que nos conmueve como niños y algo sucede en nuestro cuerpo entero y la emoción surge, como surge la vida a pesar de la muerte sin poder ésta evitarlo.

La palabra creación siempre va ligada al concepo de innovación y novedad.

El dibujar se hace metonimia y metáfora de nosotros, de nuestro mundo, en un papel, ¡Cuánto se juega en un solo trazo, en una simple mancha aparente! (pero para que esto ocurra han tenido lugar muchas y complejas operaciones previas)

La creación incluye el dejar la huella, el dejarse en la huella, un trazo ligado al tacto y la caricia (caricia dada o recibida). Huella de nosotros y huella del mundo en nosotros. Reflejo, reconstrucción, el dibujo es huella, que remite a las tramas de lo psíquico donde se entremezclan las demandas, las pulsiones, los fantasmas.
El artista pinta para entenderse, para entender el mundo, para entenderse en el mundo, para constatar y expresar su no comprensión, el abismo insondable de la ininteligibilidad de sí y del mundo, para marcar la diferencias entre sí ismo y el otro, la necesidad de estar con el otro, la necesidad del otro. Para hablar del fracaso de la identidad y la falacia de la identificació, para hablar... para no hablar cuando el lenguaje ya no tiene nada que decir.

La creación es más que innovación, algo más que eso.
El artista se escucha, escucha su trazo repetido una y otra vez y suspende el juicio en ese trazo repetido, nunca idéntico y siempre el mismo. Escucha la vida a través del trazo repetido, del movimiento repetido sobre el papel o la arcilla, la vida del cuerpo que se pega a la materia y al mundo a trvés de la creación, por el cuerpo de la obra, por ellos su huella palpable, por ellos el cuerpo del que crea se hace palpable en su obra, a través de la obra.

Se ha hecho del ser humano un ser orientado hacia la acción, pero es necesario el silencio, como es necesaria la consciencia de lo inacabado, de la desidentidad, de la imposibilidad de identificarse con el otro. El silencio, la calma, la repetición como conservación de la imposibilidad de la acción completa.

No sé si nos hace la creación aptos para la vida, pero si creo que la creación puede ser un buen vehículo para pensar sobre la vida, al menos la nuestra. Escuchar a los gestos, sentir pausadamente las repeticiones, hacernos cargo de las imágenes y trazos que allí se vierten...






"Es un placer intenso y breve el que ofrece la repetición, breve placer que se agota al agotar ésta"

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