Publicado por Ana Lógica , jueves, 30 de septiembre de 2010 21:05

-¿No ha observado usted- dijo entonces Hildebrando- que los actos más decisivos de nuestra vida, es decir, los que corren más riesgo de decidir nuestro porvenir, son la mayoría de las veces actos imprudentes?

-Así lo veo- respondió Audibert-. Es un tren al cual sube uno sin pensarlo y sin haberse preguntado adónde lleva. E incluso casi nunca se comprende que el tren le conduzca a uno hasta que ya es demasiado tarde para apearse de él.



ANDRÉ GIDE,

Los monederos falsos

3 Response to " "

xilon Says:

te sorprendería la de veces que he subido a un tren sin saber a donde iba o por qué estaba montandome...

por mucho que nos empeñemos y queramos cambiarlo, en todos esos actos decisivos nunca los tomamos prudentemente, asi que habrá que prepararse para cualquier cosa =)

Anónimo Says:

Bueno, acabes donde acabes, lo que importa es el viaje...

=)

Gregorio Kolbe Says:

No sé qué me ha llevado a decir repetidas veces que uno debe ser imprudente hacia el futuro, pero consecuente con el pasado. Y si acaso lo sé, no me animo a confesarlo.

(me lo has hecho recordar)

Beso (que si sigo recorriendo tu archivo, te llenaré de ellos).