Aún conservo la hoja que me regalaste nuestro último otoño caduco..*
...como un ladrón acechan detrás de la puerta,
te tienen tan a su merced como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve...
Hoy, Lenore, me has hecho recordar al Nano, amalgamando las sensaciones de una balada en otoño y lo que el viento nunca se llevó.
Conserva, pues, la vida. El próximo otoño quizá deje caer en tu regazo nuevas hojas y en el aire se escriba una rima de Bécquer.
Un enorme beso.
Digan lo que digan no hay que deshacerse de los buenos recuerdos... rememoran buenos tiempos... y pese a lo que puedan decir, lo bueno siempre será bueno...
¡Un abrazo con olor a sal!