Publicado por Ana Lógica , viernes, 3 de diciembre de 2010 22:39
De pequeña le recetaron lágrimas artificiales. ¿Para qué si nunca se me ocurriría hacerla llorar?
Te sigo echando MUCHO de menos.
Y el miedo con el que vivo por saber que nadie podrá igualar tu vacío, lo comparo con el miedo a no volver a creer en el amor. Será, que el amor eras tú...
Kikota...