Publicado por Ana Lógica , martes, 16 de noviembre de 2010 0:12

A tu vuelta sólo quedarán los surcos de las espinas que a diario me desclavo;
pondré sábanas nuevas, limpias, por deshacer.
Habré aprendido a desabrochar botones sin las manos para no perder tiempo y otra luz será la que brille en mis ojos.
Sobrará azúcar en tu café, pagaré lo que te debo con intereses.
Oxidaré las cuerdas y sólo me tendrás a mí para tocar...
A tu vuelta, estallarán los relojes con metralla de estrellas y no quedará ni la espuma de las olas de este mar.

3 Response to " "

Gregorio Kolbe Says:

Quién pudiera hallarte en calma, exhibiendo tus heridas sin vacilaciones ni botones ni guitarras.

- Pero siempre con tu luz... (otra, pero tuya). -

Un enorme beso.

The sugar close Says:

espectacular

Sal Says:
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