El viaje de Marina

Publicado por Ana Lógica , sábado, 14 de mayo de 2011 22:11

Simulaba cortar trocitos de ventana para regalármelos, seguramente pretendiera acercarme más a su mundo y enseñarme a ver con sus ojos, "con ojos de niño".
Marina, inquieta, salada, morena, con un toque levemente sudamericano que ante mis ojos la hacían más atractiva aún, me buscaba sentada a mis espaldas entre juegos y risas.
Sus graciosos gestos me hicieron proyectar unas risas por todo el tren las cuales despertaron a mi compañero que dormía al lado con la boca abierta, y comprobé por mí misma que reía de humanidad.
Buscaba en mi mochila cualquier cosa que le pudiera devolver las sonrisas que en mí ella había inventado, así que hice un catalejo con el billete del tren, luego un avioncito... Me acompaña mi cuaderno como siempre que salgo de casa, y le hice un pequeño dibujo. Pensé que si lograba abatir a la vergüenza que me habita, se lo entregaría a la pequeña.
También se apeaba en Gran·Hada, pero de tanta emoción y viveza no aguantó despierta todo el trayecto. Sus pestañas se agacharon para descansar, y yo me quedé sin su último beso lanzado al aire como despedida.

..Pequeños destellos de felicidad..

Para que Marina no pierda ningún tren verdadero y aunque se quede dormida, siempre baje en la parada correcta, para que pueda despertar con su risa a los dormidos :)

1 Response to "El viaje de Marina"

Jerebel Says:

Marina seguirá sonriendo a aquellos que lo necesiten, a aquellos que sepan responderle con otra sonrisa, pero lo importante es que Marina nunca olvidará que su sonrisa puede cambiar el mundo.